miércoles, 28 de enero de 2009

Los Colegios mayores en España

Históricamente, especialmente en las universidades españolas de la Baja Edad Media y el Antiguo Régimen, un Colegio Mayor era una institución que daba formación universitaria de grados mayores (licenciatura y doctorado), además de dar alojamiento a los estudiantes. A veces eran una especie de prolongación de una Universidad y otras fueron el germen de una Universidad. A menudo eran fundaciones de mecenas con un fin muy determinado (p.e. el Colegio Mayor de Santiago el Zebedeo, de Salamanca fue creado por el arzobispo de Santiago de Compostela, Alonso de Fonseca, para los estudiantes gallegos).
Funcionaban con una gran autonomía; los profesores iban a dar clases en ellos, aunque luego los colegiales debían rendir examen en la Universidad. Los propios colegiales regían su Colegio en los aspectos administrativos y económicos y nombraban rector de entre ellos. Los estudiantes de los colegios más renombrados presumían durante toda su vida de haber pertenecido a ellos.
En la España del siglo XVII no había más que seis Colegios Mayores; cuatro en Salamanca: los de San Bartolomé o Colegio Viejo, (1401), de Cuenca (1500), de Santiago el Zebedeo (1519) y de Oviedo (1521); uno en Valladolid: el de Santa Cruz (1482) y otro en Alcalá de Henares: el de San Ildefonso (1499).
También existían los Colegios Menores (o simplemente Colegios), donde se daba el grado menor: bachiller; que por entonces ya servía para ejercer una profesión.
En San Ildefonso, los estudiantes podían ser becarios porcionistas cuyos estudios eran pagados por alguna institución o por miembros de la alta nobleza, en ocasiones en condición de asistentes de los jóvenes miembros de esas casas nobles que acudían a estudiar. Ambos tenían que hacer frente a ocho cursos de un año de duración cada uno (estudios de artes, derecho canónico, teología).[1]
Fundados por altos clérigos, los colegios estaban originalmente destinados a los estudiantes de mérito pero de origen modesto. Los colegios mayores fueron desviados de su destino inicial en la medida en que las plazas que ofertaban fueron monopolizadas por los hijos de la élite política española (aristocracia, nobleza y letrados), fenómeno que alcanzó una rigidez total a partir del siglo XVII. En un contexto de multiplicación de los títulos y escasez de cargos a desempeñar, estos últimos se aseguraron, por cooptación, el acceso a los colegios de mayor prestigio, la mejor opción como trampolines para acceder a brillantes carreras en las funciones más elevadas de los medios eclesiásticos o en los consejos y audiencias. Para un sistema pujante de clientelismo y patronaje, los colegios mayores devinieron "una máquina formidable de reproducción de los servidores reales ente los hijos de los letrados",[2] contribuyendo a una extensa captación de cargos y al cierre del aparato del Estado. De esta forma, estos letrados representaban el 57,9 % de los miembros del Consejo de Castilla con Felipe II (1578-1598-1621), el 68,5 % con Felipe IV (1605-1621-1665) y el 72,5 % con Carlos II (1661-1665-1700). De tal hecho nació sin duda el mote de Colegio Mayor que se aplicaba irónicamente a esa institución.
Los Colegios mayores en la actualidad
Actualmente, los Colegios Mayores son centros que proporcionan alojamiento y promueven la formación de los estudiantes universitarios. Frecuentemente el centro se encuentra integrado en una organización universitaria, pero otras veces son autónomos. Realmente son residencias universitarias y no colegios, puesto que no se enseña en ellos. Muchos de ellos tienen un nombre redundante, Colegio Mayor Universitario...
Aunque todavía existen Colegios mayores, como el Colegio Mayor Santillana, en que el Alojamineto no es sólo la función del Colegio mayor, sino que tambien la formación del estudiante en todos sus ámbitos.
Los colegios mayores están situados normalmente en las inmediaciones del campus. En general, suelen ofrecer una serie de servicios demandados por los estudiantes universitarios, desde el alojamiento y la manutención hasta lavandería y biblioteca, pasando por cine, conciertos, excursiones o deportes.
Fuente: Wikipedia y elaboración propia

martes, 27 de enero de 2009

ACADÉMICOS DE TELEVISIÓN
Malestar por las 'interferencias' de las TV en la creación de series y programas
Actualizado miércoles 19/11/2008 13:22 (CET)

EUROPA PRESS
MADRID.- Los miembros de la Academia de Televisión (ATV) Arturo Rodríguez y Juan Carlos Cueto alertaron hoy sobre las "interferencias" de las cadenas en el proceso de creación de series y programas destinados a la pequeña pantalla.
Durante su intervención en las XXII Jornadas de la Comunicación celebradas en el colegio mayor Santillana en Madrid, ambos académicos analizaron la situación actual de la televisión, junto al crítico de cine de soitu.es, Alberto Moreno.
Según Cueto, guionista de series como 'El Internado' o 'Los hombres de Paco', se trata de una "pelea continua y muy dura" con los directivos de las cadenas, los cuales son "clientes". "Hay necesidad de que el negocio funcione y el dato que siempre se maneja es el de la audiencia", afirmó.
Por ello, entiende que "en España resulta muy difícil realizar series de autor, porque dependes mucho de la cadena y siempre están interfiriendo en el trabajo". No obstante, resaltó que no existe "ningún interés" por parte de estos medios de transmitir "determinadas ideas", sino que obedece a la "obligación" de rentabilizar un producto.
Por su parte, Rodríguez, uno de los creadores del programa 'Supernanny', coincidió en resaltar la "supervisión" de su trabajo a través de productores delegados contratados por las cadenas. En este sentido, afirmó que los creadores de programas "tienen que estar siempre al servicio del canal".
Sin embargo, considera que esta situación es similar al de resto de secciones de la televisión, "salvo informativos". Este académico defendió su labor al asegurar que tanto guionistas como productores "no se prostituyen, sino que intentan sobrevivir".
Para Rodríguez, el espectador siempre será el que tenga "la última palabra" sobre el resultado final. "Si le gusta el producto que hemos creado, bien; si no, tendremos que irnos a la calle y buscar nuevas ideas", explicó.
Fuente: el Mundo

Colegios Mayores Madrid

Colegio Mayor Santillana

El Colegio Mayor Santillana de Madrid abrió sus puertas en 1976, con el propósito no sólo de ofrecer un alojamiento que favorezca el estudio, sino también con el de complementar la formación que da la Universidad. Además de una amplia residencia, las instalaciones deportivas o la biblioteca, el estudiante universitario puede encontrar un lugar adecuado para desarrollar sus aficiones e inquietudes -culturales, sociales, espirituales-, y donde fomentar la verdadera amistad.
El Colegio Mayor Santillana ofrece a los universitarios de Madrid una formación integral en todos los ámbitos –profesional, social, espiritual y humano– para dar respuesta a las necesidades de la sociedad actual. La labor del Colegio Mayor está impregnada de un sentido cristiano de la vida, que se traduce en la exigencia en el estudio, el impulso de los valores sociales y de servicio, el respeto a la libertad personal, el fomento de las virtudes humanas, el clima de confianza y cordialidad… Además, existen algunas actividades de formación cristiana y la disponibilidad de un sacerdote, para quien libremente lo desee. La formación espiritual y religiosa está encomendada a la Prelatura del Opus Dei, institución de la Iglesia Católica fundada en 1928 por San Josemaría Escrivá de Balaguer.